Noticias

Hojiblanca, Lechín y Manzanilla: las variedades de aceituna que componen el Aceite 1881

blank

Disfrutar del Aceite de Oliva Virgen Extra 1881 en cada uno de tus platos es hacerlo a través del sabor de tres variedades genuinas de aceitunas: Hojiblanca, Lechín y Manzanilla. Una conjunción de incalculable valor gastronómico que sirve como radiografía, no solo para saborear lo mejor de nuestra tierra, sino para entender y valorar la importancia de la materia prima en el proceso de elaboración.

Este nexo gastronómico no es fruto de la casualidad, y por ello te invitamos a descubrir la esencia de cada aceituna y sus características en beneficio del mejor sabor, conformando un sello de calidad inconfundible.

Aceituna Lechín

Con un ligero toque afrutado a manzana, la aceituna Lechín debe su nombre al blanquecino color de su pulpa. Se conforma como una variedad vigorosa, de amargor medio y gusto a almendra verde, que sirve como complemento perfecto para la elaboración de nuestro inimitable Aceite de Oliva Virgen Extra 1881.

Este tipo de aceituna de bajo contenido en aceite (alrededor del 18%), presume de soportar climas adversos y sobreponerse a situaciones desfavorables como terrenos calizos y pobres, algo que irremediablemente va en consonancia con la filosofía de nuestra singular tierra de contrastes.

Aceituna Manzanilla

A través de la variedad Manzanilla, esos sabores dulces que también comparte con la aceituna Lechín, se ven multiplicados con los matices picantes propios y tan característicos de esta aceituna.

Su papel en la ecuación final consiste en ofrecer cuerpo, aromas frescos que recuerdan a frutos, cierto picante y amargor medio. Un compendio de matices al que también se añaden esencias de higo, tomate o almendra para conformar el aceite que mejor se adapta a nuestra idea calidad sobresaliente.

Aceituna Hojiblanca

La variedad Hojiblanca es el tercer elemento que hace de nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra un producto tan valorado y especial.

A través de la firmeza de su pulpa, el aroma a fruta fresca con recuerdos a plátanos, los ligeros toques a almendra amarga y su inconfundible sabor picante, se extraen los matices necesarios para ofrecer un tesoro gastronómico único.

Semejantes ingredientes y las numerosas cualidades organolépticas de esta variedad añaden buena parte de la textura y cremosidad del Aceite de Oliva Virgen Extra 1881, sumándose con gusto a la fusión tan particular que aportan las variedades Lechín y Manzanilla.